El padre de Horacio prefería llevarle a Roma para enseñarle las artes que cualquier caballero o senador enseña a sus propios vástagos, en vez llevarle a la escuela de Flavio, porque allí van los hijos de grandotes centuriones que daban importancia al dinero y al físico.
Las tablillas eran una especie de tabletas que estaban hechas de cera. Sobre la cera se podía escribir y eran muy cómodas ya que las podías llevar a cualquier lado.
Creo que Horacio se siente satisfecho con sus padres. A mi , si me diesen a elegir, creo q.ue elegiría como Horacio. No siempre hay que mirar por el dinero y el físico que tienen las personas
No hay comentarios:
Publicar un comentario